La comunicación es la base de nuestras relaciones sociales. Cualquier relación que tengamos con los demás se basa en la comunicación: amigos, pareja, familia, trabajo, hasta ir a cenar. En todas estas situaciones necesitamos de la comunicación para establecer el trato.

Tono adecuado comunicación

Todos conoceréis a gente que se expresa con mucha facilidad, que es muy habladora y que no tiene ningún problema a la hora de hablar y relacionarse con los demás, pero también conoceréis a aquellos que a la hora de comunicarse tienen más problemas. Esas personas que no son tan elocuentes, que en muchas situaciones no saben de qué hablar o simplemente que no tienen la facilidad de palabra que tienen los otros y no saben expresarse tan bien. Pueden tener problemas expresando sus opiniones o sentimientos o a la hora de hacer peticiones a los demás o incluso problemas para decir no.

Tener una carencia de habilidades sociales nos puede afectar en muchas áreas de nuestra vida. Una de las áreas en la que la falta de comunicación puede llegar a acarrear muchos problemas es la pareja.

La comunicación es uno de los pilares básicos en los que se apoya la relación de pareja. Si no hay buena comunicación, si la pareja no es asertiva (si quieres saber más sobre asertividad pincha aquí) pueden aparecer muchos problemas  que incluso lleven a cortar la relación.

Para saber si nuestra comunicación afectiva es correcta o no ten en cuenta los siguientes principios y fíjate en si están en tu relación o no.

Comunicación afectivaPrincipios para lograr una correcta comunicación afectiva

  1. Es más apropiado hacer una petición que una demanda. Las primeras demuestran respeto por el otro y mejoran la comunicación. Es muy distinto escuchar:»¿puedes apagar la tele mientras hablamos?” que «¡cuando estamos hablando, quiero que apagues la tele!»
  2. Es mejor hacer preguntas que acusaciones. Las acusaciones sólo desencadenan defensa y no llevarán, por lo tanto, a ningún lado. Es diferente, aunque signifique lo mismo, decir «¿me estás escuchando?» que «¡otra vez no me estás escuchando!»
  3. Al criticar a la otra persona, hablar de lo que hace, no de lo que es. Las etiquetas no ayudan a que la persona cambie, sino que refuerzan sus defensas. Hablar de lo que es una persona sería: «te has vuelto a olvidar de sacar la basura. Eres un desastre; mientras que hablar de lo que hace sería: «te has vuelto a olvidar de sacar la basura. Últimamente te olvidas mucho de las cosas».
  4. No ir acumulando emociones negativas sin comunicarlas, ya que producirían un estallido que conduciría a una hostilidad destructiva.
  5. Discutir los temas de uno en uno, no «aprovechar» que se está discutiendo sobre la impuntualidad de la pareja para reprocharle de paso que es un despistado, un olvidadizo y que no es cariñoso.
  6. Evitar las generalizaciones. Los términos «siempre y «nunca» raras veces son ciertos y tienden a formar etiquetas. Es diferente decir: «últimamente te veo algo ausente» que «siempre estás en las nubes».
  7. No guiarse por una excesiva sinceridad en la pareja. Algunas cosas deben de pensarse antes de decirse, si las consecuencias no van a ser positivas. «Últimamente me noto más frío respecto a ti. No sé si todavía me gustas» puede ser muy sincero, pero habría que esperar antes de echarle a la pareja ese jarro de agua fría. Quizás sólo es un sentimiento pasajero sin ninguna importancia. Si realmente no lo es, siempre se está a tiempo de plantearlo.
  8. La comunicación verbal debe de ir acorde con la no verbal. Decir «ya sabes que te quiero» con cara de fastidio dejará a la otra persona peor que si no se hubiera dicho nada.

Basado en «La asertividad, expresión de una sana autoestima» de Olga Castañer.

Si no es así, aquí tienes unos consejos que te pueden ayudar a mejorarla:

  • Exprésale a tu pareja cosas positivas. Tanto verbales como materiales.
  • Agradecelé cuando te exprese él o ella a ti las cosas positivas. Muchas veces nos olvidamos de esta parte y es importante porque agradecerlo hace saber a la otra persona que nos gusta y que aumenta la probabilidad de que lo repita.
  • Pide gratificaciones: parece que la otra persona tiene que saber en todo momento lo que queremos y dárnoslo, pero esto no es así, nadie es adivino, por lo que es mucho mejor comunicar abiertamente qué y cuánto nos gustaría que hiciera la otra persona por nosotros.
  • Expresa sentimientos negativos cuando los haya y de la forma más asertiva posible: sin culpar al otro, sin sobreentendidos y sin hacernos la víctima.
  • Empatiza: hay que ser capaces de ponernos en el lugar del otro y ver el problema desde su punto de vista, esto es algo importantísimo y que se da muy poco en la pareja.

Si queréis saber más:

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