¿Sabes qué es la dependencia emocional? Si no has oído hablar de ella, en la entrada de hoy podrás aprender sus características y saber que se necesita para dejar de ser dependiente de la pareja y de esta forma mejorar la relación y sobre todo el bienestar de la persona que sufre de un exceso de apego hacia la pareja. 

El amor no viene listo de fábrica, debes construirlo, inventarlo y rearmarlo todos los días de tu vida» W. Riso

Si las relaciones humanas en general son complejas, cuando nos ponemos a estudiar y a trabajar en las relaciones de pareja, nos encontramos todavía con más complejidad. Dentro de una relación de pareja hay infinidad de variables que hacen que vaya bien o mal: confianza, amor, intimidad, capacidad de resolver problemas, aficiones y gustos en común, sentido del humor, comunicación…

La dependencia emocional puede ser como una cadena que no nos deja desapegarnos de una relación

Algunas veces, en las parejas aparecen relaciones de dependencia, muchas veces de un miembro solo pero algunas veces se puede dar en los dos miembros.

Cuando hablamos de dependencia emocional nos estamos refiriendo a una necesidad afectiva extrema y continua que obliga a la persona que la padece a centrar su vida en la relación de pareja. La persona tendría un excesivo apego afectivo por su pareja y estaría convencida de que sin esa relación sentimental le es imposible ser feliz, conseguir sus metas y tener una vida normal y satisfactoria.

Una persona con dependencia emocional se caracterizaría por:

  1. Necesidad imperiosa de estar cerca de la persona amada o sentir amor la mayor parte del tiempo
  2. Abstinencia manifiesta si no se tienen las manifestaciones de afecto o la persona amada no está disponible. Es decir, desorganización conductual, malestar, ansiedad o simplemente desasosiego, similar a lo que ocurre con una persona adicta a cualquier droga química cuando se le retira la misma.
  3. Incapacidad de controlar la compulsión de estar con la persona amada.
  4. Se emplea mucho tiempo mental y físico en mantenerse cerca de la pareja u obtener amor.
  5. Altos niveles de obsesión, preocupación y/o comportamientos vigilantes y controladores por miedo a perder la fuente del placer/seguridad (temor al abandono, a un engaño o a la soledad)
  6. Reducción de actividades sociales, laborales o recreativas (reducción hedonista) para estar con la persona amada.
  7. Pese a tener claras las consecuencias negativas de amar sin límites (depresión, descontrol, ansiedad, baja autoestima, desorganización conductual, violencia intrafamiliar), se sigue manteniendo el estilo de vida dependiente.

Cuando estamos en esta situación, nuestros pensamientos, emociones y acciones van en la misma dirección y aunque cuando conseguimos lo que queremos de la otra persona, estaríamos muy bien, a la larga esto nos va a hacer sufrir.

Pensamientos: 

Los pensamientos que suelen aparecer son: «no puedo vivir sin ella/él»; «Él/ella es lo más importante de mi vida»; «Haría cualquier cosa por él/ella», «si ella/él no está no voy a ser feliz nunca», «si no me comporto como él/ella quiere me dejará», «si no me dice que me quiere es porque ya no siente lo mismo»

Emociones: 

Al aparecer todos estos pensamientos, las emociones son angustia, ansiedad, desasosiego, frustración, enfado, ira…

Forma de actuar: 

Todos estos pensamientos y estas emociones tan intensas y descontroladas nos pueden llevar a actuar en busca de la reaseguración constante del amor de la otra persona, a dejar nuestra vida a un lado (aficiones, relaciones de amistad y familiares, trabajo, estudios…) para centrarnos exclusivamente en la persona amada y aislarnos de nuestro entorno social, nos puede llevar a estar hipervigilantes, a tener ataques de ira o por el contrario a volvernos una persona sumisa y dócil, que anula su propia personalidad.

Aquí os dejo unos ejemplos concretos de comportamientos que se pueden realizar cuando estamos dependiendo de la pareja:

  • No atreverse a contradecir a la pareja por miedo a que no le guste o a que se enfade
  • No atreverse a expresar las propias opiniones y sentimientos
  • Querer pasar todo el tiempo libre con la pareja
  • Apartarnos de nuestras amistades o de nuestra familia
  • Estar dispuesto a soportar cualquier cosa con tal de no romper la relación
  • Renunciar a cosas importantes de mi vida por mi pareja (estudios, trabajo)
  • Si noto que mi pareja no me hace caso pienso que ya no me quiere

Claves para tener una relación de pareja sana 

Si queremos tener una relación de pareja sana tendremos que ser conscientes de si estamos dependiendo de la otra persona o no. Si pensamos que tenemos una relación dependiente es importante que identifiquemos todos los comportamientos que nos hacen depender de nuestra pareja y los eliminemos para de esta forma afrontar la situación y darnos cuenta de que nuestra relación mejora una vez superado el miedo y la inseguridad. Cuando somos independientes conseguimos que la otra persona nos vea como una persona segura y más atractiva, disminuye nuestra ansiedad y nuestra angustia y aumentará la relación positiva con nuestra pareja.

Se asertivo y expresa tus necesidades. Es importante que seamos capaces de expresarle a la otra persona como nos sentimos, que nos gusta y que no nos gusta de la relación. En la relación de pareja hay dos personas y los derechos y necesidades de las dos son importantes por igual.

Céntrate en ti y en tus puntos fuertes. Si sufres de dependencia, es importante que te centres en ti, en lo que te gusta y en los que se te da bien y le dediques tiempo. De esta forma estas trabajando en ti y estás creando independencia de la pareja. Si piensas que centrarte en ti te va a convertir en egoísta, no es verdad. Si has sido una persona dependiente es muy probable que seas una persona volcada en las necesidades de los demás y que para ti sea importante que estén bien, sería muy difícil que por pensar un poco en ti te volvieras egoísta. Cuando nos centramos en nosotros y nos dedicamos tiempo aumentamos nuestro autoestima y mejoramos nuestro bienestar. Cuando una persona se quiere a si misma se vuelve más interesante para los demás y además es capaz de querer de una forma sana en la relación lo que le hará sentirse bien a ella y a la otra persona.


La dependencia nos hace no ser capaces de renunciar a la relación de pareja si nos esta causando sufrimiento porque creemos que no vamos a ser capaces de estar solos, nos hace sentir inseguros sobre nosotros mismos y no nos ayuda a conseguir nuestros objetivos.

Si piensas que estas en esta situación puede ser de gran ayuda que consultes con un profesional de la psicología para ver de que forma puedes afrontar la situación y cambiarla y de esta manera tener una relación sana que te ayude a crecer como persona.

Lidia Donet Ramiro es licenciada en psicología por la Universidad de Valencia, especializándose en terapia cognitivo-conductual en el centro de Terapia de Conducta de Valencia. Es psicóloga colegiada (CV13119) con habilitación sanitaria, trabajando en Gandía, Oliva y la zona de la Vall d’Albaida.